sábado, septiembre 17, 2005

Mi voz dice...

Tu boca se perdía entre el humo de ese cigarrillo que uno nunca quiere que se termine.
Mozo! He dicho.
-¿qué les pongo?
Cerveza para mí (cualquiera, da lo mismo)
-¿el caballero?
NADA...
Nada que me golpeó el corazón como a una roca que castiga el océano. Un nada que tuvo que ver conmigo.
Nada para tomar, nada...nada de tí, nada de tu vida, de tu cuerpo. Nada de tus noches de vigilia sin luna. Nada de tu voz que dice cerveza.
Quise correr. Llevarme y salvar algunos tiempos lejos de hoy. Huir quise, pero alguien, desde no sé que lugar, me cantaba esa canción que alguna vez me enseñaste.
Me quedé. Odiando tu exilio de mí. Odiando tus atajos. Odiando a este amor que no se nos nace.
También quise, en vano, gritar tu nombre (y el mío) para que me vieras sufrir, aunque sea...
Me enojé conmigo, con mi pasado, mi futuro, mi fragilidad y mi hegemonía.
Pagué mi cuenta, prendí un cigarrillo, oculté mis lágrimas, me paré y me fuí...
Espera...vete tú, dije...si no has querido nada...

1 Comments:

Blogger Ambar tu voz dice...

Vete tú!!!!, si, pero ese nada que duele tanto, que hace que nuestra alma se parta en mil pedazos??????, no puedo con eso, el dolor me parte.
Gracias por esas palabras, me veo mucho en ellas!!!!
un beso

19/9/05 21:06  

Publicar un comentario

<< Home