sábado, abril 16, 2005

Una vez me dijo mi padre...

¿Cómo comer sin tí?
¿Cómo comer sin ti? Sin la piadosa costumbre de tus alas
que refrescan el aire y renuevan la luz?
Sin ti, ni el pan, ni el vino,
ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso color de la mañana
tienen ningún sentido ni para nada sirven.
Allá afuera está el mar.
Allá afuera, en el mundo, estás tu.
Comiendo tu sin mi:
tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.
Yo aquí, ante los manteles opacos
y la bebida amarga, ante platos sin sabor ni colores.
Lo intento, sí, lo intento, pero cómo comer sin ti...ni para qué.
Tu te has llevado tu olor a bosque
y el gusto de la vida.
Fuera están mar y aire.
Dentro yo solo frente a la mesa puesta
que ha perdido su voz y su alegría.
Del gran poeta español Antonio Gala que hizo que recordara palabras que me han hecho temer y que hoy las puedo rememorar con una pequeña pena acompañada de nostalgia.